Me parece muy acertado, realizar una exhaustiva evaluación, tanto estructural, de todos los órganos, estructuras y músculos FACIALES, MASTICATORIOS Y LINGUALES, que forman parte del sistema estomatognático, para después definir las pautas de tratamiento en cada paciente, según qué funciones se están viendo alteradas.
Las funciones de las que hablamos, son algunas de las más importantes en el ser humano, para su superviencia, como RESPIRACIÓN, SUCCIÓN, DEGLUCIÓN Y MASTICACIÓN, Y FONOARTICULACIÓN; si alguna o todas están produciéndose o desarrollándose con dificultad o con patrones incorrectos, derivarán en varios problemas de LENGUAJE, COMUNICACIÓN, VOZ Y HABLA; por citar ejemplos, afasia, disartria, disfagia, problemas de fluencia, disfonías, dislalia....
Trabajando desde esta perspectiva, conociendo perfectamente la anatomofisiología de este sistema, nuestro trabajo, será mucho más acertado y eficaz en cada paciente que atendamos.
Y consigue colocar a la logopedia con mucho más rigor, dentro de las especialidades sanitarias, que es donde tiene que situarse.